Mientras siguen llegando las respuestas -me llama la atención que los primeros en responder son lxs alumnxs del año pasado, sigo con el cuerpo del proyecto. Vamos con marchas y contramarchas. Borrando, agregando, dudando, quitando.
Las clases este año son muy "charladas". Quiero decir, siempre propiciamos el diálogo, pero este año nos tocó un grupo que tiene ganas de opinar sobre Ciencia, Verdad, Política científica. Muchos se destacan por se críticos y reflexivos.
El martes un chico alto que siempre lleva el mate y nos comparte preguntó: "¿Entonces no todo lo que dicen los científicos es verdad?" Qué es la verdad para vos, interpelamos. Me adelanté con mi propia respuestas: Para mí es una construcción socialmente aceptada por un grupo de personas en un momento determinado. Me gustó ver su cara mientras se tomaba el mate.
C. CUERPO DEL PROYECTO
1.
Campo de Estudio: Educomunicación.
Redes Sociales (Web 2.0) Divulgación Científica. Comunicación Social de la
Ciencia
2.
Relevancia social
Consideramos que la formación
de Comunicadores Sociales debe incluir prácticas educomunicacionales
sustentadas sobre modelos comunicacionales dialógicos y horizontales, esquema
que es posible articular en las redes sociales. Se pretende la combinación de
encuentros presenciales y virtuales que habiliten la “conversación” entre alumn@s y docentes estimulando la
participación y reflexión de todos los participantes.
Los procesos de enseñanza aprendizaje en entornos
virtuales sustentados en la “Pedagogía de
la Interactividad” (Aparici &
Silva 2012)[1] –cuyos
pilares son la participación, la interacción, el diálogo y la coautoría-
permiten la configuración de escenarios alternativos y complementarios al aula
tradicional que potencian los aprendizajes significativos.
Aparici
(1992) habla de “desarrollar
propuestas, proyectos e investigaciones que vinculen las nuevas formas de
comunicación con la enseñanza y el aprendizaje”[2]. Mientras la UNESCO invita a “Promover cambios en las políticas educativas,
a partir de los cambios de paradigmas educativos vigentes para asegurar
aprendizajes de calidad, tendientes al desarrollo humano, para todos a lo largo
de la vida” (Unesco, 2002:6 en Ascencio Cabot 2012:03)[3].
En el caso de la formación de Comunicadores Sociales,
proponer estos nuevos escenarios adquiere mayor relevancia ya que, los alumnos
podrán encontrar en el ámbito virtual no sólo un espacio de enseñanza
aprendizaje sino un campo laboral en franca expansión. Desarrollar competencias
cognitivas, digitales, emocionales y comunicacionales en estos nuevos medios los
prepara de modo práctico, como profesionales de la comunicación en las redes.
Consideramos que la Educación Superior debe contribuir
sustancialmente no solo a la formación de profesionales sino, más allá de ello,
de ciudadanos participativos que intervengan reflexiva y críticamente en una
sociedad marcada por los cambios científico tecnológicos y los nuevos medios de
autocomunicación de masas (Castells 2010)[4], dos
temas que se abordan permanentemente desde la asignatura Introducción a la
Comunicación Social de la Ciencia.
L@s
docentes encargados de diseñar los contenidos para la asignatura
desde esta perspectiva deberán tener perfiles de mediadores a fin de que puedan
permitir y estimular nuevas maneras de pensar. Deben ser capaces de “reinventar una nueva arquitectura de los
saberes y de alguna manera, de reinventar su profesión docente” (Aparici
&
Silva 2012:57)[5]
Será est@ docente mediador equien
tenga a su cargo facilitar el acceso y construcción del conocimiento a través
de múltiples fuentes y formas del material educativo y, en especial, a partir
del empleo de los nuevos medios de comunicación –en este caso las redes
sociales-y del ecosistema comunicacional actual.
Para encarar esta
articulación educomunicacional en el marco de la asignatura se vuelve
importante conocer con mayor profundidad cómo utilizan l@s
alumn@s
las redes sociales y con qué fines.
3.
Definiciones conceptuales
Redes Sociales.
Facebook y Twitter
Podemos definir a
las Redes Sociales como “una serie de
nodos o puntos unidos entre sí (red) siendo estos nodos individuos (social)”.[6]
Estas Redes Sociales existen sin que Internet sea partícipe de su creación,
pero es justamente Internet la que “da
visibilidad a los componentes de mi red social sobre el resto de nodos en la
red, aumentando exponencialmente el grado de comunicación entre los nodos”.
(Fernández, 2008: 2)
En esta
investigación las Redes Sociales Facebook y Twitter son abordadas como medios
de autocomunicación de masas (Castells 2009) en el que se articulan mensajes e
interacciones.
Facebook, fundada
en 2004 y abierta al público general en 2006 tiene más de 10 millones de
usuarios en la Argentina, sobre un total de 850 millones en todo el mundo.
Según una estadística del portal SocialBakers.com[7],
a junio de 2012, la cantidad de usuari@s de Facebook en Argentina es de 19 millones. La penetración local de la
red es del 44.03% comparada con la población del país y de 68.40% en relación a
los usuarios de internet.
El mayor grupo por
edad es de 18–24 con un total de 4.914.983 usuari@s, seguidos del grupo de los que tienen 25–34.
En cuanto a
Twitter, se trata de una red social basada en microblogging, creada a comienzos
del 2006 que en los últimos dos años ha experimentado un vertiginoso
crecimiento a escala mundial. Según datos extraoficiales –la compañía no
confirma ni rectifica su exactitud- habría superado las 500 millones de cuentas
en febrero de este año. La consultora ComScore[8]
publicó en su página web, que Argentina es el séptimo país del mundo con mayor
penetración de Twitter (18%) detrás de los Países Bajos (26,8%), Japón (26,6%)
y Brasil (23,7%)
Educomunicación
En su libro la Educomunicação: o
conceito, o profissional, a aplicação (2011)[9],
Ignacio Soares define a la Educomunicación como el conjunto de acciones para
crear y desarrollar ambientes favorecedores de diálogo social, a través de una
suma de acciones en varios subcampos: la “educación
para la comunicación”; la “mediación tecnológica”; la “expresión
comunicativa”; la “pedagogía de la comunicación” y la “gestión de los procesos
comunicativos en espacios educativos”.
Siguiendo a García Mantilla (2001)
podemos decir que la Educomunicación “aspira
a dotar a toda persona de las competencias expresivas imprescindibles para su
normal desenvolvimiento comunicativo y para el desarrollo de su creatividad.
Asimismo, ofrece los instrumentos para: comprender la producción social de
comunicación, saber valorar cómo funcionan las estructuras de poder, cuáles son
las técnicas y los elementos expresivos que los medios manejan y poder apreciar
los mensajes con suficiente distanciamiento crítico, minimizando los riesgos de
manipulación”(García Mantilla 2001).[10]
En tanto, para Aparici (2005) la
Educomunicación, Comunicación Educativa o Educación para los Medios, es el campo de estudios que
tiene como objetivo la enseñanza de los medios. “Esta disciplina se ocupa de estudiar los medios de comunicación y las
tecnologías digitales de la información con el fin de conocer las
construcciones de la realidad que realizan y, al mismo tiempo, ofrecer los
instrumentos para expresarse a través de ellos. Este tipo de estudio no es sólo
de carácter teórico, sino también de carácter práctico y experiencial, donde se
ponen en juego, sobre todo, diferentes dinámicas de comunicación y producción. El desarrollo de la
comunicación educativa está íntimamente vinculado a su integración en el
currículum obligatorio”. (Aparici 2005:89)[11].
Queremos
señalar aquí que la utilización en las aulas de una nueva tecnología, como las
redes sociales que en este proyecto mencionamos, no representa en sí misma una
práctica educomunicacional. A diario se incorporan nuevos dispositivos al
proceso de enseñanza aprendizaje sin mantener una actitud reflexiva y crítica
que permita analizar sus potencialidades; limitándose a aprender su uso
práctico y según los paradigmas tradicionales de transmisión. Nuevos
dispositivos para viejas prácticas. El objetivo educomunicacional de incluir a
estos nuevos medios de autocomunicación de masas es el de habilitar canales de
interacción horizontales y dialógicos entre docentes y alumn@s próxim@s a
graduarse.
Comunicación Social de la Ciencia
La Comunicación Social o Pública de
la Ciencia es entendida en este proyecto particular y en la materia en general
como una “Práctica social que consiste en
la recreación de conocimientos científicos y tecnológicos de forma contextualizada,
crítica y sin perder rigurosidad; con el fin de que éstos logren ser apropiados
por públicos amplios para generar una visión más crítica sobre su desarrollo y aplicación”.
(Erazo 2010)[12].
Cortassa por
su parte, propone que toda práctica que promueva la comprensión pública de la
ciencia debería trascender el concepto de “educar” científicamente al público,
como logros pedagógicos para superar la brecha cognitiva. “En su lugar, debe contribuir la de sostener una relación entre
expertos y legos que permita compartir diferencialmente el conocimiento y sobre
esa base común, construir un diálogo más efectivo en la esfera pública”. (Cortassa
2008:132)[13]
4.
Antecedentes empíricos
En el año 2009 la Universidad de
Palermo (Buenos Aires, Argentina) junto a la consultora TNS Gallup realizaron
por tercera vez consecutiva el Estudio “La Voz de la nueva Generación” [14]Se trató de una muestra de cobertura
nacional, a lo largo y ancho de Argentina. Se
entrevistaron 895 jóvenes cuyas edades oscilaron entre los 10 y 24 años.
En el marco de los hábitos de uso de la computadora y de los
chats, el trabajo consultó particularmente acerca del uso de redes tipo
Facebook y Fotolog. En sus resultados se destaca que, el 17% de la población
bajo análisis utiliza estas herramientas virtuales al menos una vez por semana,
y el 7% lo hace todos o casi todos los días. Este hábito cotidiano crece en el
nivel alto (23% contra 3% de los niveles bajos) y en la Capital Federal (18%
contra 6% en el interior del país). Siete de cada diez jóvenes (74%) declararon
no utilizarlo nunca.
Para explicar las razones del uso de Facebook y Fotolog, la
Universidad de Palermo y TNS Gallup preguntaron a los jóvenes para qué usan
estas herramientas. Se concluye que lo hacen principalmente para aumentar el
contacto con amigos y a su vez para ampliar su red de conocidos: el 45% lo usa
para “estar en contacto con sus amigos” y el 31% para “conocer gente nueva /
conocer y hacer amigos”. Para “ver fotos” lo usa el 33%, “porque es divertido”,
el 17%, para “contar mis cosas”, el 10% y “porque todo el mundo lo hace”, el
5%.
En las conclusiones finales del Estudio, Constanza Cilley,
Directora de Investigación de TNS Gallup, subrayó que “los datos recabados confirman que la relación de la generación más
joven con la tecnología es fuerte. Sin embargo, nuestros datos demuestran que
la brecha tecnológica aún es muy marcada. Fruto de esta diferencia, vemos como
la tecnología segmenta la comunicación de este grupo con sus pares de acuerdo a
nivel socioeconómico y zona. Si bien los mensajes de texto vía celular están
extendidos en todos los sectores, el chat, los fotologs y redes tipo Facebook
que generan tanto fanatismo en algunos estratos, son considerablemente menos
frecuentes en otros”.(UP-TNS Gallup 2009:10)[15]
Otro antecedente empírico que aquí
mencionamos es un estudio exploratorio a pequeña escala, conducido con un grupo
de 82 jóvenes en Bogotá, Colombia: “Juventud Digital: Revisión de algunas aseveraciones
negativas sobre la relación jóvenes-nuevas tecnologías” (Acosta Silva & Muñoz 2012)[16]. Los autores siguieron la hipótesis de que muchas de las
aseveraciones que usualmente se realizan sobre las interacciones entre los
sujetos jóvenes y la tecnología “están
basadas más en hipérboles que en un verdadero sustento fáctico aplicable a la
juventud colombiana”. Consultaron a la población investigada en torno a
cinco ejes temáticos que incluyeron el uso de las redes sociales y puntualmente
Facebook por parte de los encuestados. De sus respuestas concluyeron que “es necesario realizar más investigaciones
que soporten lo que se afirma, ya que no todo corresponde a la realidad, sea
por exceso, por defecto o por falta de información”. (Acosta Silva & Muñoz 2012:107)[17].
Acosta Silva y Muñoz aseguran que en el ojo
de la revolución digital que modifica y pone en tensión la relación Sociedad-Tecnología,
se encuentran l@s jóvenes “visibilizados gracias a sus páginas web, a
sus creaciones innovadoras, a su intercambio de archivos sin restricciones, a
sus millones de fotos y videos, serían ellos y ellas blanco de críticas,
llegándolos a describir como “cínicos, furiosos, violentos y ensimismados en su
propia cultura carente de amor y colmada de música rap, drogas, ira, graffitis
[sic] e incluso pornografía” (Tapscott, 1998, p. 5)”. (Acosta Silva &
Muñoz 2012:109) Frente a este panorama los autores se preguntan si
efectivamente tienen sustento las reiterativas afirmaciones e imágenes que
ilustran los mensajes en torno a las apropiaciones de la tecnología por parte
de la juventud y que derivan en miradas y preconceptos negativos.
[1] Aparici, R.
& Silva, M. (2012) “Pedagogía de la
Interactividad”. Revista Comunicar Nº38, pp 51-58.
[2] Aparici, R (1992)
mencionado en Avila Muñoz, P. Enseñanza
y formación en comunicación educativa en Latinoamérica.
[3] Asencio Cabot, E. (2012) “Una alternativa
didáctica para el perfeccionamiento del proceso de enseñanza-aprendizaje de las
ciencias”. Revista Ibero-Americana de Educação. Nº 58 (2012), pp. 81-97
[4] Presentación del
libro “Comunicación y Poder” a cargo de Manuel Castells en la Universidad
Complutense de Madrid 08/11/2010
[6]Fernández, S.
(2008) Redes Sociales Fenómeno pasajero o reflejo de un nuevo internauta. En
TELOS. Cuadernos de Comunicación e Innovación (76)
[8]
www.comscore.com http://www.comscore.com/esl/About_comScore
[9] Soares, I.
(2011) “Educomunicação:
o conceito, o profissional, a aplicação” Contribuições
para a reforma do Ensino Médio. Capítulo 4.São
Paulo. Paulinas
[10] García Matilla, A.; (2001) “Educación y comunicación” en Escuela y
Sociedad 2001. Ponencia inaugural de las Jornadas de Formación del Profesorado
convocadas bajo el enunciado Lenguajes,
comunicación y técnicas. Gobierno de Cantabria, Consejería de Educación
y Juventud. Dirección General de Juventud.
[11] Aparici, R.
(2005) “Medios de Comunicación y
Educación” en Revista de Educación, núm. 338 (2005), Ministerio de
Educación y Cultura, España., pp. 85-99
[12] Erazo, M.A Ponencia
“¿Cómo se cuenta el conocimiento científico y la cultura de la ciencia?”
presentada en el Seminario Iberoamericano “La cultura y la ciencia narradas por
los periodistas: Retos y Oportunidades”. Madrid 2010.
[13] Cortassa, C. G. (2008) “Comunicación pública
de la Ciencia: del Monólogo alfabetizador al diálogo epistémico y sus
condicionantes”. Disponible en http://www.oei.es/forocampinas/PDF_ACTAS/COMUNICACIONES/grupo1/052.pdf
[14] Universidad de Palermo-TNS Gallup Tercer
Informe La tecnología según los jóvenes argentinos. Estudio “La Voz de la nueva Generación”
Argentina 2009. Disponible en: http://www.palermo.edu/economicas/PDF_2009/UPGALLUP/UP-TNSUP3%20.pdf
[15] Obra
citada
[16] Acosta Silva, D. A.
& Muñoz, G. (2012). “Juventud
Digital: Revisión de algunas
aseveraciones
negativas sobre la relación jóvenes-nuevas tecnologías”. Revista
Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 10 (1), pp. 107-130.
[17] Obra
citada
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